lunes, 16 de febrero de 2009

Triunfos caseros

Toluca logró vencer con lo justo a Indios, en el Nemesio Diez, con la solitaria anotación del chileno Héctor Mancilla, goleador del certamen, a los 53’. La victoria lo posicionó en el primer lugar del grupo tres con 11 puntos, mientras que los fronterizos no sólo perdieron el invicto, sino que ahora se encuentran cuartos en el uno, con seis unidades.
Cuando una oncena se repliega y deja todo en manos de su arquero para obtener un buen resultado, por lo general las cosas no suelen salirle. Uno puede defenderse por diversas circunstancias durante un tramo del partido, ya sea por una tremenda presión del rival, por haberse quedado con uno menos o por haber sacado una ventaja en el marcador que ahora necesita ser defendida. Pero abusar de esa alternativa durante los 90’, es una acción desmedida. E Indios jugó a eso. O, si se quiere, no jugó. Porque no propuso nada de nada, más que colocar jugadores al lado de Cirilo Saucedo y entorpecer cada maniobra del Toluca.
Y el local tampoco contó con una tarde inspirada de sus hombres que más saben. Sinha apareció en cuantagotas, y en su mayor momento de esplendor, durante la primera media hora, tampoco supo sacar diferencias. Carlos Esquivel, Mancilla, Manuel De la Torre y Néstor Calderón fueron incapaces de llevar verdadero peligro y el partido entró en un pozo. Salvo por un remate de Sinha y otro de Mancilla, el local abusó de la tenencia de la pelota y la trasladó con corrección hasta los tres cuartos. Pero lo que sorprendió fue el planteo de la visita. Precisamente en esa condición es donde consiguió la mayoría de sus puntos, pero esta vez apenas pudo pasar la mitad de la cancha. Y no porque los “diablos” no se lo permitieran, todo lo contrario. Al local también le hubiese convenido que los fronterizos salieran de la cueva y dejaran huecos. Pero aquella no era la orden que Eugui les había indicado.
A Toluca le faltó más peso ofensivo y mayor determinación para generar juego. Jamás triangularon ni tocaron de primera. No sorprendieron en ninguna de las llegadas y abusaron de dos únicas maneras de tratar de penetrar la defensa visitante: chocando por el medio o enviando centros adonde había muchas más camisetas blancas.
Lo que le faltó a los pupilos del “chepo” De la Torre en el primer tiempo lo tuvo al comienzo del segundo: volumen del juego. Acorralar decididamente a Indios. A los 47’ le sacaron a Sinha un remate en la línea, tras una gran jugada de Mancilla, y seis minutos después, el chileno hizo estallar a “La Bombonera” con un tiro seco que dejó inmóvil a Saucedo.
Y hasta allí hubo partido. Toluca, al igual que en el primer tiempo, no encontró los caminos para definir de una buena vez el juego. Y no los encontró porque Indios continuó jugando como si el cotejo estuviera igualado. No atacó una vez, y el resultado adverso era lo único que podía traerse del Estado de México.
Santos obtuvo su primer victoria en el Clausura al vencer en Torreón a Guadalajara, que perdió el invicto, por 2 a 1, con goles de Daniel Ludueña, a los 50’ y Carlos Quintero, a los 59’. Descontó Javier Hernández, a los 88’.
A falta de juego colectivo, bien vino el individual. Por esa vía llegaron las únicas opciones de gol de un primer tiempo en donde la constante estuvo en la disputa del balón en la mitad de la cancha. La gran noche de Luis Míchel y Oswaldo Sánchez determinaron que los primeros 45’ terminaran en blanco, aunque tampoco hubo demasiados intentos, ni de uno ni otro lado, para que el resultado se diera de otra manera.
Pero el local salió con otra actitud en el complemento, y demostró para qué estaba en apenas diez minutos. Claro que el primer tanto llegó con un remate perfecto de Ludueña en un tiro con pelota detenida (tiro libre). Aquella parecía ser la única alternativa de abrir el marcador: con alguna genialidad individual y mediante tiros de media distancia. Y con la desventaja, la defensa visitante jugó su peor complemento del torneo. Tanta descoordinación en la última línea le permitieron a Quintero anotar el segundo, tras quedarse con un rebote de Míchel. Aunque resultara exagerado, los “laguneros” se ponían dos goles arriba a falta de menos de media hora, lo que hacía casi imposible una reacción heroica en Chivas.
Si el “chicarito” Hernández hubiese convertido antes de lo que lo hizo, en una jugada clara ante Sánchez, el final pudo haber sido otro, pero el destino le tenía regalado a Santos su primera alegría. No sin sufrir, claro, porque a falta de dos minutos el “rebaño” pudo descontar e irse al ataque con furia durante el último tramo, aunque no contó con ninguna posibilidad concreta para igualar el cotejo.
Santos, a pesar de la victoria, continúa último en el grupo uno, junto al Atlante. Sumó su quinto punto en cinco juegos. Las Chivas se quedaron con ocho unidades en la zona dos, la que lidera con un punto de ventaja sobre Morelia.
Nicolás Fábrega

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