domingo, 15 de febrero de 2009

Objetivo: permanencia

Tecos obtuvo tres puntos de oro en su lucha por los promedios al vencer como visitante a un cada vez más hundido Necaxa por 3 a 1, con goles de Mario Ortiz, a los 7’; Elgabry Rangel, a los 63’ y Fredy Bareiro, a los 91’; mientras que para los de Aguascalientes había descontado transitoriamente Alfredo Moreno, a los 75’, regalándole una dosis de esperanza a los aficionados que se juntaron en el Estadio Victoria. Esperanza que se diluyó, así como las posibilidades de los rojiblancos, que continúan sin ganar en el torneo y hundidos en el grupo tres (con dos puntos sobre 15) y en el descenso, donde cada vez más depende de lo que hagan Puebla e Indios.
Necaxa se reforzó, cuanto mucho, para no tener que pasar las penas que vive hoy. Coudet, Píriz Alvez, Insúa y el entrenador Raúl Arias (tres de ellos provenientes del San Luis, actualmente en la Libertadores gracias a ellos, en gran medida) eran nombres prometedores, pero hasta el momento no le regalaron resultados positivos a los “hidrorayos”. Y lejos estuvieron de hacerlo ante Tecos. Porque a los 7’ ya perdían gracias a una doble avivada de Ortiz y dos minutos después, Rafa Medina estrelló la pelota en el travesaño.
El local, pasado el sacudón, tuvo dos oportunidades netas para poner las cosas en su lugar, pero primero el juez de línea le anuló el empate a Moreno, y más tarde el delantero acusó una infracción dentro del área que el árbitro Peñaloza no le dio. Así iba Necaxa, con poca claridad y mucho amor propio en busca de la igualdad.
Tecos, por su parte, atacaba cada vez que su rival lo dejaba, pero a diferencia de los de Aguascalientes, cada llegada al arco traían verdadero peligro, como cuando Carlos Morales estrelló el balón en la unión del palo y el travesaño. Segundo remate que daba en un poste en apenas tres ataques. Eso, sólo eso, impedía afirmar que el resultado fuera injusto. Quizás sí exagerado cuando, pocos minutos después, Rangel terminó una gran jugada del “pony” Ruiz, que ridiculizó a una fría defensa local.
Y allí otra de las claves: la última línea del Necaxa no dio garantía en ningún momento del partido y le regalaba a la visita, esta vez sin la ayuda del goleador Graf, opciones de goles con tan sólo pasar los tres cuartos de cancha.
Con el descuento de Moreno, se revivió en el Victoria aquella noche que el local le empató a Indios tras perder por dos goles. Y bien cerca estuvo de quedarse con un punto, pero José de Jesús Corona, confirmando que es uno de los mejores porteros mexicanos, le sacó un remate imposible al recién ingresado Alejandro Castillo. Y ante cada ataque “hidrorayo” la enorme figura de Corona se hacía cada vez más grande. Otra victoria de los de Zapopán. Otra vez gracias a su arquero. Y, para terminar la noche tal como la empezaron, la defensa de Necaxa no tuvo mejor idea que equivocarse en lo que se suponía un despeje fácil para regalarle el tanto a Bareiro, ya en tiempo de descuento.
Una victoria holgada para la visita, que lo ubica tercero con seis puntos en el grupo dos. Aunque lo importante en esta clase de partidos no es esa tabla, sino la otra, la de los promedios. Y allí también sacó ventaja.
En la sorpresa de la fecha, Puebla consiguió un valiosísimo triunfo al vencer a Morelia como visitante por 2 a 1, con goles de Álvaro González, a los 28’ y Luis Noriega, a los 30’. Descontó Wilston Tiago, a los 45’. Los tres puntos no le permitieron a los “camoteros” abandonar el último puesto de los promedios, pero sí meterles una asfixiante presión a Necaxa. “Monarcas”, por su parte, quedó segundo en el grupo dos, con siete unidades.
Poco le importó a Puebla haber sido superado durante gran parte del complemento, puesto que aprovechó en los primeros 45’ sus contadas posibilidades para sacar una diferencia holgada de dos goles, que supo mantener a base de mucho sacrificio y angustia. Incluso, ya con el 2-1, sufrió la expulsión de Felipe Ayala a falta de dos minutos, y logró quedarse con toda la gloria gracias a que Alejandro Acosta le sacó el empate sobre la línea al peruano Mendoza, a los 86’.
Fue importante la determinación del visitante de salir a jugar el primer tiempo como si fuese el último partido. Nada de esperar, nada de agazaparse en defensa. Y esa constancia en ataque, el ir y venir de Rodrigo Salinas por derecha y Sergio Pérez por el medio, fue suficiente para un conjunto local que prefirió esperar. Claro que con la ventaja y con sólo 45’ por delante, los pupilos de Sánchez Solá sí se replegaron en su mitad de campo y tomaron como prioridad defender su portería de un segundo tanto y no ir a buscar el tercero, el gol de la tranquilidad. Con sobresaltos, pero cumplieron. Obtuvieron su segunda victoria en el Clausura y la posibilidad de mantenerse un año en Primera creció. Morelia, por su parte, deberá cambiar la terca postura de esperar, más si juega en casa.
Nicolás Fábrega

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