Jesús Ramírez, con la misión de sacar a flote al AméricaAmérica, con el debut de Jesús Ramírez, no pasó del empate en cero ante Jaguares en Chiapas, lo que puede considerarse como un buen punto de partida para el ciclo del entrenador campeón sub 17. Pero, a pesar de salir bien parado del Víctor Manuel Reyna, el equipo no jugó bien y volvió a demostrar que, con o sin Ramón Díaz, defensivamente dejan muchos huecos y deberán mejorar eso si pretenden no pasar mayores sofocones. ¿Que se fue con la valla en blanco? Sí, pero más por inoperancia ofensiva rival que por virtudes propias. Porque Jaguares contó con tres chances claras en los primeros 45’ para abrir el marcador. Uno de los mayores problemas de la visita fue el planteo táctico. Porque Ramírez puso sólo a Cabañas arriba, y el paraguayo no pudo ante cuatro o cinco defensas. Pero, entendiendo el error, el debutante cambió la táctica para el complemento, obligó el ingreso de Juan Carlos Silva y adelantó al chileno Beausejour, de un primer tiempo tan retrasado como opaco.
Y mejoró un poco el América. La velocidad de los atacantes de Jaguares (Itamar Batista, Danilo Verón y Oribe Peralta) mermó en su constancia y eso le dio un respiro a los capitalinos. En un nuevo acierto, Ramírez sacó al defensa Edgar Castillo y puso a Robert de Pinho, en otro cambio netamente ofensivo. Y los de Coapa fueron. Se adueñaron del campo rival y dominaron el balón a placer. Pero les faltó peso ofensivo. A pesar de atacar ahora con cuatro hombres, fallaron en la estocada final, porque hasta la creación de juego venían bien.
Habrá cosas por mejorar. Individualmente (como la defensa) y también conceptualmente (si Ramírez se animaba desde el minuto uno a atacar a su rival, el transcurso del partido pudo haber sido otro), pero el camino puede trazarse sin mayores inconvenientes. Lo ideal hubiese sido volverse con los tres puntos, pero una unidad en Jaguares, ante el líder del grupo tres, fue un inicio esperanzador para una afición tan dolida. América sumó su quinto punto y continúa anclado en el fondo de la zona dos.
Y mejoró un poco el América. La velocidad de los atacantes de Jaguares (Itamar Batista, Danilo Verón y Oribe Peralta) mermó en su constancia y eso le dio un respiro a los capitalinos. En un nuevo acierto, Ramírez sacó al defensa Edgar Castillo y puso a Robert de Pinho, en otro cambio netamente ofensivo. Y los de Coapa fueron. Se adueñaron del campo rival y dominaron el balón a placer. Pero les faltó peso ofensivo. A pesar de atacar ahora con cuatro hombres, fallaron en la estocada final, porque hasta la creación de juego venían bien.
Habrá cosas por mejorar. Individualmente (como la defensa) y también conceptualmente (si Ramírez se animaba desde el minuto uno a atacar a su rival, el transcurso del partido pudo haber sido otro), pero el camino puede trazarse sin mayores inconvenientes. Lo ideal hubiese sido volverse con los tres puntos, pero una unidad en Jaguares, ante el líder del grupo tres, fue un inicio esperanzador para una afición tan dolida. América sumó su quinto punto y continúa anclado en el fondo de la zona dos.
Nicolás Fábrega
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