viernes, 27 de febrero de 2009

Debut y derrota en el Alfonso Lastras

Así de trabado resúltó el partido. Libertad se benefició con eso.

La pregunta está en el aire, sólo es cuestión de que alguien se anime a realizarla. ¿Está San Luis preparado para jugar la Copa? Sí, viene de disputar la Sudamericana, donde incluso avanzó una ronda, pero la Libertadores es diferente, más difícil, con partidos duros en tierras propias y ajenas. Es fácil hablar con el resultado puesto pero, a simple vista, a los potosinos el torneo continental le está trayendo más dolores de cabeza que alegrías. Ayer no mereció perder ante Libertad, porque hizo el gasto del partido y trató de generar juego, pero se gana con goles, y el único tanto lo marcó el conjunto paraguayo, a través de Luis Alberto Ramírez. ¿Que fue en una segunda jugada tras un tiro libre que, a priori, no parecía traer demasiadas complicaciones? Sí, pero fue gol, y punto. Con esa solitaria anotación, la visita se llevó todo del Alfonso Lastras y hundió aún más al local, que acumula dos derrotas en misma cantidad de partidos.
El error del San Luis fue uno, aunque trasladado y repetido en tres situaciones diferentes del partido: le faltó fuego y decisión, aquella chispa necesaria en los momentos justos. ¿Cuándo son esos momentos justos? Ni bien arrancado el juego, en los primeros 15’ (siempre el local debe aprovechar ese tiempo para arrollar a su rival. No es nueva la frase “tenemos que aguantar los primeros 15 ó 20’ y después salir”, repetida por la mayoría de los integrantes de los planteles visitantes). Bien, los pupilos de Scatolaro salieron a la cancha fríos, regulando y viendo lo que proponía el rival. El segundo momento para sacudir la modorra fue tras el gol de Ramírez. Si el planteo técnico era esperar qué hacía Libertad, nada mejor que un tanto en contra para darse cuenta. Resultado adverso: hora de atacar. Y el tercer momento para poner en cancha todo y morirse en ella de ser necesario fue en los últimos 10’. Si el resultado es negativo, si se acumula la segunda derrota en dos juegos y el panorama viene negro, es necesario atacar con cuántos sea con tal de obtener, cuanto menos, la igualada. Si en el camino y de contra recibís un nuevo baldazo, pues al menos se intentó. Caer 1-0 ó 2-0 no modifica el rumbo de la Copa.
Ahora, San Luis mereció cuanto menos empatar el partido. Porque si bien careció de potencia y contundencia, contó con situaciones para impedirle a Libertad regresar a Paraguay con mucho más de lo que había ido a buscar. En la chance más peligrosa, Tressor Moreno estrelló la pelota en el palo, cuando la estirada de Bava (ex Atlas) era en vano. Pero otro de los errores de los potosinos fue depender exclusivamente del colombiano que, si bien hizo un buen partido, se lo vio muy solo. Bareiro sigue sin aportar demasiado y esta vez Braulio Luna estuvo escondido. Sorprendió ver en la banca a Noé Maya, autor de dos goles consecutivos en el Clausura, más ante la anemia ofensiva de la oncena de Scatolaro.
Con Patiño en cancha y Libertad con 10 por expulsión de Víctor Cáceres a falta de 15’, el local tuvo la oportunidad de empatar con el colombiano, pero falló. Impotentes, se les ocurrió probar con tiros de media distancia, generalmente bien dirigidos, pero la figura de Bava permitió que su equipo regrese a Asunción con tres unidades. Injustas, porque Libertad no atacó más allá del gol y de aislados tiros libres que trajeron cierto riesgo al arco de Adrián Martínez. Pero así es la Copa. Gana el que tiene más prestigio, y en un duelo entre un debutante y un conjunto histórico en el certamen, es poco lo que se puede hacer. Bien lo sabe San Luis, que se trajo una goleada de Buenos Aires y cayó ahora en Alfonso Lastras, extrañamente semi vacío. Será cuestión de apostar en ganador en Perú ante Universitario u olvidarse definitivamente de los octavos de final.

Nicolás Fábrega

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