jueves, 19 de febrero de 2009

San Luis y Jaguares, mejor parados que Cruz Azul y Pumas

No tiene suerte Cruz Azul. Cuando parecía que volvería a quedarse con los tres puntos se tuvo que conformar con uno en su casa, al igualar ante San Luis por 2 a 0 tras llevar dos goles de ventaja, luego de las anotaciones de Roberto Ovelar, a los 35’ y Luis Landín, a los 45’. Pero, además de la diferencia amplia, vio cómo se le escapaban dos puntos con el empate de Luis Lojero, a los 93’. Antes, Noé Maya había logrado el descuento.
Y no se puede decir que Benjamín Galindo equivocó el planteo, porque a diferencia de lo que venía sucediendo, sacó de la oncena a aquellos jugadores que no le habían rendido (Jaime Lozano, Carlos Bonet y Pablo Zeballos) e hizo jugar de entrada a Rogelio Chávez, Fausto Pinto y Ovelar. Regresó además César Villaluz y con esos cambios, sumados al 4-4-2 que eligió el entrenador, Cruz Azul no tardó en demostrar su superioridad. Se adueñó del balón, lo trasladó buscando opciones de gol y con el fin de abrir a la defensa potosina, aunque equivocó algunos pases fáciles. Se vio cierta imprecisión, pero aún así el local optó siempre en salir jugando desde y por abajo. De esa manera llegó la apertura del marcador luego de que Ovelar recupera la pelota, se metiera por el medio y definiera como Zeballos no supo hacer hasta el momento.
Reaccionó rápido América Scatolaro y mandó al terreno a Maya, con el fin de abrir la cancha por las puntas. Pero más rápido se movió el local y, antes de la finalización de la primera parte, Landín se coló entre la defensa y estiró el marcador.
Salió desconcentrado Cruz Azul para el complemento. Quizás entendiendo que el partido ya estaba cerrado, Galindo le dio una nueva posibilidad a Zeballos, pero al paraguayo le anularon un gol y se erró otros. Y la visita, con Maya inquieto por todo el frente de ataque, comprendió que si pretendía regresar a Potosí con al menos un punto debería aprovechar los favores que le estaba regalando su rival (más precisamente Zevallos), e ir por el descuento. Lo consiguió Noé tras una falla de Chávez y, con el 1-2, se pudo vivir en el Estadio Azul un dejo de incertidumbre por el marcador. Y si bien pasaron los minutos y la escuadra visitante no inquietaba ni mostraba sus verdaderas armas, el local se equivocó al relajarse y considerar que el juego estaba terminado tras la expulsión de Michel Orozco, a los 91’. Porque la noche todavía tenía algo para ofrecer, y lo brindó el San Luis. Con una gran media vuelta, Lojero consiguió igualar el cotejo frente a la marca del paraguayo Rivero. Empate y desazón para la “máquina”, que quedó quinta en el grupo dos con seis puntos, a tres de Tecos. Los potosinos sumaron octava unidad y están terceros en la zona tres.
Jaguares rescató un gran punto del Estadio Universitario, cuando a los 84’ Oribe Peralta le quitó el sueño a Pumas de quedarse con las tres unidades, con un cabezazo dentro del área chica. Leandro Augusto, a los 33’, había adelantado al local. Y se trataba de una ventaja justa, porque fueron los pupilos de Ferreti los encargados de llevar algo de fútbol. No se destacaron por su presión ni por la contundencia, ni tan sólo con ser prolijos técnicamente, pero le bastó con controlar la banda derecha de su ataque con una dupla afilada compuesta por Ismael Iñiguez y Efraín Juárez. Ellos se encargaron de llevar peligro al arco de Edgar Hernández, pero cuando no se podía entrar por las puntas, bien valían los remates de afuera del área. Y con la ventaja, el local optó por seguir jugando como lo venía haciendo. Si quería salir de perdedor y ganar tras tres derrotas en fila, tenía que evitar que el balón le llegara a Danilinho, porque una habilitación del brasileño podía dejar frente a una opción clara a Peralta.
Esa es la táctica empleada por el entrenador Brindisi para con su equipo: que las pelotas pasen por habilidoso atacante. Pero como Danilinho estuvo ausente, el balón fue controlado íntegramente por Augusto. Y así, quien continuaba mandando, en el resultado y en el juego, era Pumas. Pudo haber aumentado Darío Verón, pero su cabezazo fue detenido por Patiño. Y lo que le dio vida a los chiapanecos fue el descanso, para refrescar algunas ideas y plantarse mejor en el complemento y, fundamentalmente, la salida de Augusto. Sin el brasilero, Jaguares ganó de una buena vez la mitad de la cancha, y ese fue el inicio para llegar al arco contrario con un peso y un volumen de juego del que había carecido hasta el momento. Claro que Pumas pudo haber marcado el segundo a través de Dante López, pero un correcto Hernández evitó una nueva caída. Y en lo que es una marca registrada de este conjunto, Danilinho le dejó el empate en bandeja a Peralta, a falta se seis minutos. Era en ese momento o nunca, y el delantero lo aprovechó. Así como los de Chiapas aprovecharon las escasas oportunidades para volverse a casa con un punto, que le permitió defender su segundo lugar del grupo tres, con 11 unidades. El local sumó su cuarto encuentro virgen de victorias y ocupa el tercer lugar del cerrado grupo dos, con siete puntos.


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