domingo, 15 de febrero de 2009

Pachuca y Monterrey, serios candidatos

Pachuca sigue sumando y confirmando que es el equipo del momento. Derrotó ahora en el Estadio Hidalgo a Pumas por 3 a 2, con goles de Leobardo López, a los 42’; Blas Pérez, a los 47’ y Paul Aguilar, a los 86’; mientras que para los universitarios, que acumularon su tercera derrota consecutiva, marcaron Ismael Iñiguez, a los 37’ y Martín Bravo, a los 59’.
Los “tuzos” suman 13 unidades en el grupo uno, y dejaron con seis en la zona dos a su vencido.
En un primer tiempo que dejó en evidencia el cauteloso papel de la visita, Pachuca fue y fue hacia el arco contrario, pero no pudo encontrar el camino para abrir a una defensa de cinco hombres. Tuvo la posición del balón, pero careció de profundidad y de volumen en su juego. Pumas se conformó con jugar al cotragolpe, y casi sin proponérselo encontró la apertura del marcador a través de Iñiguez, luego de una buena asistencia de Palacios. Pero le duró poco la alegría a los pupilos de Ferreti, porque inmediatamente después los de Meza igualaron de cabeza tras un tiro de esquina conectado por López.
Justicia y partido igualado tras los 45’ iniciales. Y en el complemento, antes de que pudiera hablarse de merecimientos, el local se adelantó por primera vez luego de una gran jugada de contra de Christian Giménez, quien vio bien ubicado a Pérez y le cedió el gol. Y allí comenzó la peor etapa en el partido para los “tuzos”, porque en lugar de resguardar la ventaja con la pelota en los pies, optó por regalársela a los capitalinos y relajarse. Concientes de que les costó ponerse adelante en el marcador, una vez que lo consiguieron dejaron que el resto lo hiciera su rival. Y Pumas, obligado por la situación, se hizo cargo. No tardó demasiado en poner las cosas nuevamente en su lugar. Una gran maniobra de Iñiguez le permitió a Bravo encontrarse en perfecta ubicación para el 2 a 2. Y a falta de media hora, sólo era cuestión de ver quién tenía más resto físico. No pasó gran cosa, porque ambos conjuntos, a esa altura de la noche, parecían conformarse con la igualdad. Los dos estuvieron arriba y abajo en el marcador, por lo que la repartija de puntos no los incomodaba. Pero entonces, a falta de cuatro minutos, Damián Álvarez envió un preciso centro al área y la cabeza de Patiño hizo el resto.
En un gran partido, Monterrey no le pierde pisada a Pachuca por el liderato el grupo uno y derrotó como local a Cruz Azul por 3 a 1, con goles de Humberto Suazo, a los 53’; Diego Ordaz, a los 57’ y Aldo de Nigris, a los 70’. Gabino Velasco descontó a los 84’. Llegó a las 10 unidades, continúa a tres de los “tuzos”, y dejó a su vencido en la cola del grupo dos, en compañía del América. Una victoria en cinco juegos no era lo que nadie se imaginaba en la “máquina”.
Lo meritorio del equipo de Víctor Manuel Vucetich fue la persistencia y el no entrar en la desesperación cuando el balón no tocaba el fondo de la red. Desarrolló un buen primer tiempo, aunque lo mejor se vio en lo segundos 45’. Porque en el inicio, si bien intentó comandar las acciones del juego, Cruz Azul se replegó bien, luciéndose en su zona defensiva y saliendo con Torrado y Rivero por las bandas. Claro que careció de profundidad, misma falacia por la que pasó “rayados”. De esta manera, si bien hubo acciones para mover el 0-0, los 22 jugadores se fueron a descansar con un empate deslucido y justo. Pero el local salió con otra determinación a jugar la última mitad. Debía ganar para compartir la punta con Pachuca, y eso hizo. Suazo aprovechó una equivocación de la defensa visitante al querer tirar el fuera de juego y el partido, aunque recién iniciado el segundo tiempo, se terminó. Porque la “máquina” se vino abajo ante la desventaja y minutos después sufrió el segundo revés, gracias a un tiro libre generado por el chileno y definido por Ordaz tras un rebote en el poste. Las chances que el local no había sabido aprovechar hasta el momento las materializó en rápidos goles para acabar con la ilusión celeste.
Afectado, Benjamín Galindo puso a Gabino para ganar el duelo en la mitad de la cancha, pero era tarde. Suazo ya había hecho estragos y Cruz Azul sólo podía defenderse para evitar un mal mayor. Pero no lo hizo bien. El segundo tiempo de la línea defensiva visitante fue verdaderamente flojo y De Nigris no perdonó. Tres goles en 25’. Suficiente para un equipo que pretende dejar atrás los últimos subcampeonatos y alzar una nueva corona. El descuento del ingresado Gabino de poco sirvió. El Tecnológico era ya una fiesta y la “máquina”, además de regresar a casa sin nada, se trajo también la justa expulsión de Gerardo Torrado y una sensación de vulnerabilidad defensiva que tendrá que trabajar, y mucho, en la semana.
Nicolás Fábrega

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